lunes, 10 de abril de 2017

EL PERFIL DE UN ORIENTADOR PROFESIONAL



¡¡¡Lo sé!!! Hace 3 meses que no escribo…. PERDÓN a mis “followers” (jajajajaja).


Fuente: Flickr. Autor: Chris Potter



Antes de entrar en materia, quisiera dejar claras dos cosas:

La primera es, por si no ha quedado bastante claro anteriormente, mi objetivo profesional. Trabajo, cierto es; pero tengo un objetivo por el que lucho (aunque en este post de Lourdes C. Inglés, en la Nueva Ruta del Empleo habla de esas personas con más de un objetivo: los multipotenciales que nos llaman): lo que quiero y me “mola” es ser Responsable de Formación/Capacitación/Orientación para el empleo o similares, me da igual en una institución educativa, en una Consultora, o en una gran empresa con departamento propio. Compaginarlo con la docencia, el asesoramiento en búsqueda de empleo, tutorización, guía, acompañamiento y seguimiento de alumnado; búsqueda de prácticas si procede, relaciones con empresas y otras entidades, va implícito en el puesto. Vamos, básicamente, estar en contacto directo con “gente”, y ayudarla en lo que pueda con lo que se/aprendo; no encerrada en una oficina “rellenando” papeles sin más.

La segunda: este post nace de una “espinita” que tengo clavada.

En los últimos tiempos, he venido solicitando algún que otro empleo como orientador/a sociolaboral, técnico de orientación, o de inserción, y todas sus variantes, como vía de acceso a lo que finalmente busco, y siempre, siempre, soy sistemáticamente descartada, supongo que con motivos, pero el problema es el de siempre: no hay feedback, así que desconozco si es por falta de formación, por falta de experiencia, por la competencia brutal, o por otros motivos en los que ni siguiera he caído, así que puedo “montarme mil películas”. Pero conste: este post no es una “pataleta”, ni una frustración personal, ni un “yo más que tú”; es una REINVINDICACIÓN de la importancia del autoaprendizaje y del aprendizaje mediante vías no formales.

Por tanto, que nadie se ofenda ni se sienta directamente aludido, porque vuelvo a repetir, mi intención no es ni molestar ni crear polémica, y menos si tengo en cuenta que el 70% de las personas que me están ayudando (aunque sea sin querer queriendo, o sin saber sabiendo) son, precisamente, profesionales de la orientación. Así que, además de reivindicar, este humilde post busca “una mijita” de retroalimentación. Gracias a todos los que me podáis ayudar a aclarar ideas, por adelantado.

¿QUÉ ES ORIENTACIÓN?

Pues tirando de oposiciones, orientación es un PROCESO que atiende al individuo en todo su ciclo vital: orientación es educación bajo el aspecto de la maduración de la personalidad y de la concreción de la trayectoria vital. En palabras de uno de los gurús del tema: es un proceso de ayuda, dirigido a todas las personas a lo largo de toda su vida, con el objeto de potenciar el desarrollo de la personalidad integral (Bisquerra, 1998).

Moraleja 1: podemos orientar sobre CUALQUIER ámbito de la vida de una o varias personas. Por eso, en general, los expertos hablan de distintas áreas de actuación: educativa, académica, profesional, familiar, laboral, personal….

Moraleja 2: si quieres ser orientador en un centro educativo estudia psicología o psicopedagogía, o pedagogía (porque lo exigen las normas). Pero… y si quieres ser orientador profesional/laboral fuera del ámbito educativo? Es necesario?

Y ENTONCES…. ¿QUÉ HACE FALTA PARA SER UN ORIENTADOR?

Pues resulta, atendiendo a lo anterior, y tirando de lógica, pienso yo que para ser orientador lo primero es ser especialista en aquello en lo que vamos a orientar, no?. Ejemplo práctico: si tengo problemas matrimoniales, no voy a ir a un orientador educativo. REPITO, ESO ES LO QUE ME DICE LA LÓGICA.

Es aquí donde empieza mi “indignación”, y ojo, que realmente, no sé si soy descartada por no ser psicóloga….. pero como soy libre de imaginármelo….

Así, por de pronto, si tiramos de San Google (yaaaa, ya sé que no es fiable 100%), me encuentro con frases como estas: “para ser orientador estudia pedagogía o psicología”, o “los perfiles requeridos para actuar como orientadores, son los pedagogos, psicólogos, asistentes sociales y próximamente los psicopedagogos”. O en el Foro 2008 de FOREM se habla de "Titulación de grado medio o superior en Ciencias Sociales, incluso con especial vinculación a la Psicología o la Pedagogía".

Esto tiene una explicación histórica: es la LOGSE (1990)  la que desarrolla y articula el sistema de orientación actual en nuestro país, y desde entonces la orientación queda vinculada al sistema educativo. Ojo, no es que me parezca mal, sino que la orientación es un concepto taaan amplio que no queda más remedio que definirlo con ayuda de adjetivos (educativa, laboral, profesional, familiar, social, afectiva….). Y aunque la orientación profesional /laboral sea parte de las funciones que tienen encomendadas los centros educativos nos encontramos con que el día a día, las NEE y la burocratización hagan que cuando los orientadores, por falta de tiempo deban dejar algo de lado, siempre sea lo mismo: la orientación profesional/vocacional/laboral. En España, sin lugar a dudas, se le da mayor énfasis en la dimensión educativa de la orientación. Lo que yo digo: salimos de los institutos y facultades sin tener mucha idea de cómo buscar empleo.

La mayor parte de la orientación laboral/profesional la recibimos, precisamente, fuera de las instituciones educativas. Aquí un listado de centros y entidades que imparte orientación profesional gratuita, elaborado por  Elena Huerga.

Un orientador profesional o laboral es una persona que presta apoyo a otra, para que tome decisiones, normalmente relacionadas con su VOCACIÓN, o con su carrera profesional, no sólo, aunque por lo que al post interesa sí.

Así pues:

¿Cuáles son las características que debe tener un orientador laboral?. Aunque en el informe FOREM vienen clasificadas, yo voy a enumerar algunas básicas, desde mi punto de vista, y sin clasificación alguna: todo orientador, independientemente de su campo de especialización, debiera ser una persona ante todo asertiva, empática, implicada y volcada en su “cliente”, con alta capacidad de motivación, y que se exprese y se explique de mil amores…Incluyo, por supuesto la capacidad de relaciones interpersonales, el trabajo en equipo, alto grado de autonomía e iniciativa propia y sobre todo que tenga PRINCIPIOS y DOS DEDOS DE FRENTE. Creo que no necesito añadir comentario alguno respecto de esto último.

Y entonces… ¿Qué tiene esto que ver con la psicología (y semejantes)?. Algo, pero no todo, diría yo. Por varios motivos:

-          Porque son competencias trasversales, afines muchas de ellas a cualquier puesto/perfil o función. ¿Qué tendrá que ver los estudios para tener más o menos empatía y practicar una escucha activa? ¿Qué tendrá que ver la carrera que haya uno estudiado para “no tener ni idea de la vida” (por juventud, que no se venga arriba nadie)? ¿O para no tener idea de por dónde empezar?.
-          Porque como he dicho, cada área de especialización incluirá unos conocimientos específicos. ¿Qué tendrá que ver un problema de aprendizaje concreto (TDAH, autismo, síndromes varios, trastornos físicos… por poner ejemplos) con la búsqueda activa de empleo? ¿O con una crisis matrimonial? ¿O con un posible estado depresivo?
-          Porque yo puedo aprender lo que necesite para realizar mi trabajo sin necesidad de tener un grado, carrera, o formación reglada.
-          Porque en muchos países de  nuestro entorno los orientadores profesionales son profesionales con perfiles diversos: psicólogos ypsicopedagogos (esta figura no existe, por ejemplo, en Reino Unido), pero también en algunos países piden título universitario de 4 a 5 años, y formación previa y/o capacitación en los lugares de trabajo (las fuentes consultadas: aquí, aquí y aquí un resumen del Informe Watts (1992).

Me encuentro con la siguiente realidad sobre la que reflexionar:

-          Normalmente, cuando una empresa o consultora busca un técnico/director/asistente de RRHH, busca un psicólogo con Máster en RRHH. Resulta que en ese máster el psicólogo, al que le suponen conocimientos previos  idóneos en selección y reclutamiento, en evaluación de competencias y en gestión del “talento”, aprende a gestionar todo el entramado jurídico-social-laboral (nóminas, seguros sociales, prestaciones, prevención de riesgos laborales, gestión de la formación….)
-          A mí, que soy licenciada en derecho, se me presuponen esos conocimientos previos de gestión del entramado jurídico-social-laboral, pero maravillosamente, no puedo aprender los principios de intervención educativa. O las técnicas que se siguen en un proceso orientador. O leer a Maslow, McClelland, Herzberg y compañía. O tener el MAES como acreditación de mi capacitación pedagógica. O estar capacitada para evaluar competencias en el ámbito educativo, pero no en el ámbito laboral, como si unas y otras competencias fuesen distintas...

Termino con más preguntas: no puede ser de otro modo:

-          ¿SI el MAES captacita para impartir educación, por qué no capacita para impartir talleres, sesiones de sensibilización…?
-          ¿Si un psicólogo puede aprender, en un fantástico máster en RRHH a gestionar nóminas y seguros sociales, quien dice que no puedo aprender yo conocimientos en otros ámbitos, y hacerlo por mis propios medios? ¿Necesito ir a clases? ¿Matricularme en un grado? ¿Un Master?.
-          ¿Dónde quedan el entusiasmo, a capacidad de comunicar, de entender y hacer que te entiendan? ¿La empatía? ¿Las ganas de aprender y crear sinergias? ¿Las propias experiencias vividas, que pueden servir a otros? ¿La capacidad de aprender sola, simplemente leyendo a otros, viendo “lo nuevo que se cuece” y estando al día en cuanto a mercado laboral, que es en definitiva lo que llevo haciendo desde que me colé en LinkedIn?
-          ¿Dónde quedan, por último, mis más de 15 años de experiencia, no solo personal, sino profesional, ayudando/motivando a los participantes de los programas formativos que he gestionado, a amigos en sus búsquedas particulares, en la asesoría para el autoempleo en entidades públicas y privadas, en la gestión de planes de formación y empleo, en la creación directa de varias empresas, en la elaboración de miles de planes de negocio, en la gestion de ayudas, becas y programas de inserción nacionales y alguno internacional? ¿O haber aprobado unas oposiciones para impartir un módulo (asignatura, para que nos entendamos) que se llama precisamente FORMACIÓN Y ORIENTACIÓN LABORAL?

¿ ¿En resumen, estoy capacitada para ser orientadora sociolaboral o profesional?

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